
04 Ago Clínica de alergología en Barcelona: alergias y picaduras
Todos los insectos que en invierno parecen dormidos se activan en verano y en nuestra clínica de alergología en Barcelona aumentan las consultas de pacientes que sufren de alergia a las picaduras, especialmente de mosquitos, abejas y avispas, pero también de animales marinos como las medusas. En la mayoría de personas las picaduras son leves y no producen más que dolor intenso y una reacción inflamatoria local, debido a las toxinas del veneno, pero en determinadas personas con cierta sensibilidad las reacciones pueden ser bastante más graves. Si estas molestas alergias no son tratadas a tiempo, pueden ser muy peligrosas. Para que nuestros días de relax y vacaciones no se vean perturbados, es importante saber cómo reaccionar frente a las picaduras para minimizar las molestias y los riesgos para nuestra salud. Nuestro alergólogo en Barcelona nos explica cuáles son las más frecuentes, sus posibles efectos y cómo actuar en caso de sufrir una.
Picaduras de abejas y avispas
Con el buen tiempo apetece realizar actividades al aire libre: pasear por el campo, recorrer senderos, hacer barbacoas e ir de camping. Pero no estamos solos, a los insectos también les gusta la temporada estival y si estamos en su hábitat corremos el riesgo de que se sientan amenazados y nos piquen.
Las picaduras de abejas y avispas son las que más reacciones pueden desencadenar, sean propias del veneno o alérgicas. Tal y como hemos comentado, en la mayoría de casos solo provocan enrojecimiento de la piel e inflamación como reacción al veneno y en estos casos la hinchazón suele ser pequeña, acompañada de dolor y picor local. Sin embargo, hay casos en los que las cosas se complican, provocando una alergia que puede ser local pero extensa o generalizada por todo el cuerpo. Las alergias locales dan lugar a síntomas parecidos a los de las reacciones propias del veneno, pero en este caso los habones o abultamientos suelen abarcar más de 10 centímetros y, muchas veces, más de dos articulaciones.
En el caso de las reacciones generalizadas alérgicas, estas se pueden manifestar en pocos minutos y pueden ir acompañadas de urticaria y picor corporal hinchazón de labios, párpados o pabellones auriculares, malestar general, náusea, diarrea, mareo, falta de aire, dificultad para tragar, debilidad y, en los casos más graves, pérdida de conocimiento. A pesar de ser muy poco frecuentes, estas reacciones necesitan atención médica inmediata.
Como ves, nunca hay que infravalorar las picaduras de abejas y avispas, y por eso el médico especialista de nuestra clínica de alergología en Barcelona nos deja algunas pautas para prevenirlas y actuar de manera correcta en caso de sufrir una:
- Si tienes previsto pasar el día al aire libre, evita la ropa con colores llamativos y los perfumes Tampoco comas fruta y dulces en sitios donde suelen estar las abejas. Y si hay alguna posada en tus alimentos o bebidas, mejor traslada el picnic hacia otro lugar.
- Si te pica una abeja, trata de sacar el aguijón pero con cuidado, ya que si exprimes el saco de veneno dentro de la herida estarás inyectando más en la
- Lava bien la zona afectada con abundante agua y jabón neutro.
- Con una bolsita de hielo aplica frío en el punto de la picadura durante unos 10 minutos, pero evitando que el contacto con la piel sea directo e irrites todavía más la epidermis.
- Si la inflamación es muy fuerte, acude a un especialista para que te aplique una pomada antihistamínica.
- Si presentas síntomas anafilácticos como náuseas, mareo, boca seca, ansiedad, taquicardia, etc. o la picadura afecta a zona delicadas como la boca, la lengua o el cuello, acude al hospital más cercano lo antes posible para evitar complicaciones.
Picaduras de mosquitos
Los mosquitos son los reyes del verano y una reacción alérgica a su picadura, a pesar de ser menos peligrosa de la que pueden provocar otros insectos, puede ser muy molesta. En el caso de personas con hipersensibilidad, la alergia puede manifestarse como una inflamación más fuerte de lo habitual, acompañada incluso de dolor intenso en la zona afectada. ¿A qué se debe esta reacción? Los mosquitos nos pican para succionar nuestra sangre y para hacerlo nos inyectan su saliva que contiene una proteína con propiedades anticoagulantes. Nuestro sistema inmunitario reconoce esta sustancia como extraña y reacciona liberando histamina, la responsable de que la picadura se inflame y se enrojezca, provocando la sensación de calor y la molesta picazón, más o menos leve en función de la sensibilidad de cada persona a dicha proteína.
Evitar las picaduras de mosquitos es casi imposible en verano, a pesar de los productos repelentes que existen en el mercado, de manera que lo único que nos queda es saber cómo paliar sus efectos. Nuestro alergólogo en Barcelona recomienda llevar en el botiquín productos a base de hidrocortisona, calamina o amoníaco para aplicarlos en la zona afectada y, en casos de signos de afectación general como mareo o fiebre, acudir a un médico para recibir la medicación adecuada.
Picaduras de medusas
Terminamos con otra de las picaduras más frecuentes y temidas en verano, sobre todo por los amantes de la playa: la de la medusa. Si estamos disfrutando de nuestros días de descanso en alguna costa de aguas cálidas, es muy probable que tengamos encuentros con algunos animales marinos durante nuestros baños refrescantes, y no siempre estos encuentros son muy agradables. Resbaladizas, gelatinosas y transparentes, y por lo tanto difíciles de detectar en el agua, las medusas poseen
tentáculos con células urticantes que contienen una cápsula con un filamento tóxico. Al entrar en contacto con nuestra piel, los filamentos se eyectan y segregan veneno provocando dolor, sensación de ardor, hinchazón, enrojecimiento y sangrado. Generalmente estos síntomas remiten en pocas horas sin otras consecuencias para la salud, sin embargo, en personas alérgicas a las picaduras, las reacciones pueden ser más graves hasta provocar, incluso, shock anafiláctico.
Lo más importante, en caso de sufrir una picadura de medusa, es no tocar ni frotar la zona afectada, sino lavarla inmediatamente con agua salada y aplicar hielo, cubierto con un paño o toalla, durante unos 15 minutos. También es muy recomendable acudir a un punto de socorro para que, si fuera necesario, nos administren un antihistamínico para la reacción y un analgésico para el dolor.
Como habrás comprobado, en la mayoría de los casos las picaduras de verano no suelen tener consecuencias muy graves para la salud, sin embargo si padeces cualquier tipo de alergia podrías tener más sensibilidad que otras personas y experimentar reacciones más graves. La clave para que los encuentros con estos animales no estropeen tus días de descanso, es estar bien preparado. Ven a nuestra clínica de alergología en Barcelona y no solo te asesoraremos sobre las medidas de prevención, sino que también te recomendaremos los productos más adecuados para tratar estas posibles picaduras. ¡Disfruta de tus merecidas vacaciones sin preocuparte por nada!