
06 Sep Alergias en el colegio. Nuestra Clínica de alergología en Barcelona te cuenta todo lo que tienes que saber para la vuelta al cole
En nuestra Clínica de Alergología en Barcelona terminamos estableciendo una relación casi familiar con nuestros pacientes. Con algunos, que llegaron siendo muy pequeños, hemos compartido sus años de crecimiento y, con ellos, momentos tan importantes como su primer día de colegio. Si esta fecha es importantísima para cualquier niño, lo es aún más cuando se trata de un pequeño con alguna afección inmunológica ya que, en ocasiones, es preciso tomar ciertas precauciones para que la entrada de los pequeños en su nuevo entorno no suponga un problema.
Cuando hablamos de alergias en la escuela es preciso identificar entre alergias ambientales comunes y otros trastornos más específicos que deberemos tratar de forma diferente. En el primer caso, nos podemos encontrar con que el pequeño sufre alguna clase de alergia respiratoria a ácaros o polen o incluso algún tipo de dermatitis al contacto con determinadas sustancias o productos como la plastilina. En estas ocasiones, el alumno puede no estar diagnosticado y es importante que los profesores observen al pequeño en aras de identificar posibles reacciones. En el segundo escenario, la mayoría de las veces nos encontramos con trastornos inmunológicos ya diagnosticados como alergias alimenticias, alergias a medicamentos o asma severo y es sumamente importante que exista un flujo de información entre padres y profesores para que estos últimos conozcan qué necesidades tiene el niño y qué hacer si hay algún problema.
Porque en nuestra clínica de alergología en Barcelona llevamos varios años tratando con la vuelta al cole de los más pequeños, os dejamos aquí algunas claves para que lo que más tenga que preocuparnos ese día sea su cara de felicidad al contacto con sus amigos.
Renovar la reunión entre tutores y padres
Habitualmente los centros educativos solicitan información sobre la salud y las alergias de los alumnos durante el proceso de matrícula, sin embargo es muy habitual durante el ciclo de desarrollo que los episodios de alergia aparezcan de un curso a otro o incluso en mitad de él. Por esto, si tu hijo ha desarrollado una alergia, debes actualizar esa información manteniendo una reunión con el profesor o tutor de ese año tanto al comienzo del curso como a mitad del mismo. Lleva contigo los informes necesarios y, si fuera preciso, el protocolo de actuación o la medicación de urgencia del pequeño. El maestro te agradecerá que facilites su trabajo.
Inhaladores para el asma y colegio
Los niños pasan en la escuela una gran parte de las horas del día y es posible que en ese tiempo los niños que sufren insuficiencias respiratorias relacionadas con el sistema inmunitario entren en contacto con un alérgeno ambiental o hagan un sobreesfuerzo que les provoque una crisis de asma. Como saben bien los padres de estos niños, la medicación para el asma se divide en dos grupos básicos: la medicación de mantenimiento y la de rescate. La primera se administra en casa mientras que la medicación de rescate se administra en situaciones puntuales cuando el pequeño presenta una crisis de tos, dificultad respiratoria o pitidos en el pecho (lo que los alergólogos denominamos “sibilancias”). Los padres deben haber notificado la existencia de este trastorno al tutor del niño y haberle hecho llegar la medicación específica que se ha de administrar y la forma de hacerlo, ya que en ese momento el profesor o monitor será el responsable de administrar lo que sea preciso. Muchos padres eligen que los pequeños lleven sus inhaladores en su pequeña mochila o bolsa, otros se lo dan al profesor o incluso ambos.
Alergias alimentarias y comedor
La mayoría de niños que presentan alguna alergia alimentaria pueden comer en el comedor del colegio, siempre y cuando tengan un claro diagnóstico y el centro educativo esté debidamente informado para adaptar los menús y tomar la necesarias precauciones. Si el niño es alérgico a leche, huevo o frutos secos, es muy importante que la familia haya suministrado al centro un informe actualizado de los alimentos que debe evitar. Estos informes se suelen entregar al comedor en el inicio del curso y no está mal que el centro y el tutor tengan copia. Como hemos comentado en diferentes artículos, las alergias e intolerancias alimentarias pueden ser de diferente intensidad por lo que es muy importante que, en los casos de alergias severas como la celiaquía infantil, el centro cuente con toda la información precisa, el protocolo de actuación y los medicamentos que se precisen ya que tendrán que adaptar sus instalaciones para elaborar los platos del pequeño.
Adrenalina autoinyectable en el colegio
Como decíamos, ciertos niños pueden padecer alergias severas a ciertos alimentos. En estos casos, la adrenalina autoinyectable es un medicamento que se administra en pacientes que han presentado una anafilaxia (la más grave de las reacciones alérgicas también conocidas como shock anafiláctico) tras la ingesta de algún alérgeno alimentario. Aunque lo más habitual es que el centro educativo esté al tanto de las recomendaciones alimenticias que se deben llevar a cabo, en ocasiones pueden ocurrir accidentes que requieran el uso de un tratamiento de choque. Es sumamente importante que el centro y los monitores de comedor tengan recogido por escrito en qué situaciones hay que utilizar la adrenalina infantil. Al igual que se comentaba con los inhaladores, para evitar problemas, el niño debería tener al menos un auto inyector de adrenalina en la mochila y/o comedor, además del que usa habitualmente cuando está con sus padres en casa.
La alergia en los deportes y actividades extraescolares
Como siempre nos recuerda nuestro alergólogo en Barcelona, deporte e infancia son una combinación excepcional. El deporte es siempre un cómplice de excepción para los más pequeños y es muy frecuente que, al inicio del curso, los padres nos consulten si el niño puede realizar determinada actividad extraescolar o deporte. Aunque en principio la actividad física es buena en cualquier época de la vida, si un niño presenta asma bronquial en estadios avanzados o un trastorno de piel severo como la dermatitis atópica se requiere que el centro no sólo esté avisado sino que cuente con todo lo necesario para llevar a cabo una medicación de rescate si fuera preciso. Habitualmente, si el niño está practicando un deporte, su alergólogo se ha encargado de ajustar su medicación y le ha indicado, si fuera preciso, qué deportes ha de evitar que puedan empeorar su cuadro clínico (habitualmente no se recomienda la práctica de ciertos deportes acuáticos de sobreesfuerzo como la natación sincronizada o el waterpolo en casos de asma severa, por ejemplo). La buena noticia es que a la mayoría de los niños que presentan asma bronquial les basta con tener medicación de rescate a mano y un tratamiento de control a dosis óptimas para poder realizar su deporte favorito.
Las alergias en colonias y actividades fuera del colegio
Como habremos actualizado la información de la salud de nuestros hijos a principios de curso, lo habitual es que profesores y tutores estén perfectamente capacitados para acompañar al niño alérgico si va a pasar unos días fuera de colonias o en una actividad que no sea dentro del centro educativo. No obstante, es posible que el diagnóstico de la alergia se acabe de realizar tras el inicio del cole o que el niño participe en una actividad relacionada con un centro aparte o colaborador que no esté familiarizado con su cuadro médico. Si el niño tiene una alergia severa es recomendable notificarlo por escrito específicamente a los tutores de las colonias qué trastorno sufre el pequeño, qué medicación toma y cómo hay que proceder si sobreviene una crisis. De ser posible, es bueno que el propio niño (cuando son mayores 7-12 años) conozca la medicación que debe tomar.
Profesores a la caza de síntomas
Nuestra última recomendación está dirigida a los maestros por ser ellos quienes tienen contacto directo con los pequeños durante la mayor parte del día. Y es que, en ocasiones, las reacciones alérgicas aparecen de forma incipiente en la escuela y es allí cuándo más rápido pueden detectarse si el docente sabe ante qué síntomas debe estar más alerta. Por ejemplo, si se observa que un niño cuando habla o canta presenta tos o si se percibe que tiene de falta de aire al practicar ejercicio en los juegos en el patio es importante notificarlo a sus padres para que lleven a cabo una valoración con su pediatra o alergólogo de confianza.