En el ámbito de la medicina, se entiende por alergia aquella respuesta desproporcionada del sistema inmunitario a una determinada sustancia que, por lo general, suele ser inofensiva para el organismo. Las alergias son una auténtica epidemia no infecciosa. Se considera que el 30-40% de la población de los países desarrollados padece un problema alérgico. Las alergias son enfermedades crónicas que limitan la calidad de vida a nivel psicológico, físico y social.
La alergia se produce por el contacto con un alérgeno —sustancia que genera una respuesta inmunológica de hipersensibilidad—, provocando que el sistema inmunitario genere unos anticuerpos contra esta sustancia. En una primera fase, este contacto no produce síntomas visibles. Sin embargo, cuando el cuerpo vuelve a estar en contacto con el alérgeno, los anticuerpos previamente sintetizados lo atacan en cualquier tejido provocando los síntomas de la alergia y sus molestas consecuencias.
Los síntomas que produce la alergia dependen de la sustancia que la ocasione. La respuesta del sistema inmunitario puede producir alteraciones inflamatorias que pueden afectar a la piel, las vías respiratorias o el aparato digestivo. La piel, por ejemplo, es un órgano que tiene la propiedad de mostrar rápidamente los síntomas de una alergia y sus efectos pueden ser picores y lesiones cutáneas. A nivel respiratorio, suelen manifestarse con estornudos, picor de nariz o de ojos, dificultad respiratoria, tos, sibilancias (pitidos en el pecho), etc. Estos síntomas vienen producidos por la presencia de alérgenos respiratorios, entre los que destacan los ácaros del polvo, pólenes, epitelios de animales y hongos de la humedad, entre otros muchos. Por último, cuando las alergias ocurren en el aparato digestivo, se producen síntomas como picor de labios, garganta, dificultad para tragar y dolor abdominal. Algunas reacciones alérgicas son más graves y pueden poner en peligro la vida de la persona. Por ello es muy importante ponerse en manos de un médico especialista o alergólogo.
Los estudios de alergia se basan en una historia clínica completa. Una vez definidos los problemas, el plan de trabajo consiste en la realización de un estudio inmunológico alergológico a través de pruebas epicutáneas, también llamadas Prick Test. En nuestra clínica especializada en alergología las pruebas se realizan por series o baterías —alérgenos del aire (neumoalérgenos), alérgenos alimentarios, insectos o alergia a los ácaros, entre otros—. El procedimiento consiste en la aplicación de una gota del alérgeno en la piel y la realización posterior de una leve rascadura. El tiempo del estudio tiene una duración de 30 minutos aproximadamente y no causa ningún dolor, solo un ligero picor si el resultado es positivo.
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